Jesús en la Biblia 5: Abel y su hermano

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  1. Caín y Abel

    1. Ahora bien, Adán tuvo relaciones sexuales con su esposa, Eva, y ella quedó embarazada. Cuando dio a luz a Caín, dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un varón!». Tiempo después, dio a luz al hermano de Caín y le puso por nombre Abel. Cuando crecieron, Abel se hizo pastor de ovejas, mientras que Caín se dedicó a cultivar la tierra. Al llegar el tiempo de la cosecha, Caín presentó algunos de sus cultivos como ofrenda para el Señor. Abel también presentó una ofrenda: las mejores partes de algunos de los corderos que eran primeras crías de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda, pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se enojara mucho, y se veía decaído. «¿Por qué estás tan enojado?—preguntó el Señor a Caín—. ¿Por qué te ves tan decaído? Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo». Cierto día Caín dijo a su hermano: «Salgamos al campo». Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. Luego el Señor le preguntó a Caín: —¿Dónde está tu hermano? ¿Dónde está Abel? —No lo sé—contestó Caín—. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano? 10 Pero el Señor le dijo: —¿Qué has hecho? ¡Escucha! ¡La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra! 11 Ahora eres maldito y serás expulsado de la tierra que se ha tragado la sangre de tu hermano. 12 La tierra ya no te dará buenas cosechas, ¡por mucho que la trabajes! De ahora en adelante, serás un vagabundo sin hogar sobre la tierra. 13 Caín respondió al Señor: —¡Mi castigo es demasiado grande para soportarlo! 14 Me has expulsado de la tierra y de tu presencia; me has hecho un vagabundo sin hogar. ¡Cualquiera que me encuentre me matará! 15 El Señor respondió: —No, porque yo castigaré siete veces a cualquiera que te mate. Entonces el Señor le puso una marca a Caín como advertencia para cualquiera que intentara matarlo. 16 Luego, Caín salió de la presencia del Señor y se estableció en la tierra de Nod, al oriente de Edén. (Gn.4:1-16)
  2. Abel un tipo de Cristo

    1. Pastor de ovejas

      1. Abel: pastor literal de ovejas
        1. Abel se hizo pastor de ovejas (Gn.4:2)
      2. Jesús: es el buen pastor de todos nosotros
        1. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas… Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen (Jn.10:11-14)
    2. Ambos presentaron una ofrenda agradable a Dios

      1. Abel
        1. Abel también presentó una ofrenda: las mejores partes de algunos de los corderos que eran primeras crías de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda (Gn.8:4)
      2. Jesús
        1. Por eso, cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios: «No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer. No te agradaron las ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado. Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios; he venido a hacer tu voluntad como está escrito acerca de mí en las Escrituras”»… Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre... nuestro Sumo Sacerdote se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre. Luego se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios. 13 Allí espera hasta que sus enemigos sean humillados y puestos por debajo de sus pies. 14 Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos. (He.10:5-7,10,12-14)
    3. Se sometían a la forma correcta de acercarse a Dios, y la anunciaban

      1. Abel
        1. Se acercaba a Dios por medio de la fe en el Mesías que habría de venir para redimir sus pecados, expresada en el ritual ordenado por Dios del sacrificio de un animal puro.
          1. Fue por la fe que Abel presentó a Dios una ofrenda más aceptable que la que presentó Caín. La ofrenda de Abel demostró que era un hombre justo, y Dios aprobó sus ofrendas. Aunque Abel murió hace mucho tiempo, todavía nos habla por su ejemplo de fe. (He.11:4)
      2. Jesús
        1. Anunciaba que él era el Mesías, el único camino para acercarse al Padre

          1. —Yo soy el camino, la verdad y la vida —contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. (Jn.14:6)
        2. Que él ofrecería su cuerpo-vida en sacrificio

          1. Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibirla. 18 Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla y tengo también autoridad para volver a recibirla. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre». (Jn.10:17-18)
          2. Mientras comían, Jesús tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciéndoles: —Tomen y coman; esto es mi cuerpo. 27 Después tomó una copa, dio gracias y se la dio a ellos diciéndoles: —Beban de ella todos ustedes. 28 Esto es mi sangre del pacto que es derramada por muchos para el perdón de pecados. (Mt.26:26-28)
        3. Que es por la fe en él que podían recibir dicha redención
          1. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Jn.3:16)
          2. Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si ustedes no creen que yo soy, en sus pecados morirán.» (Jn.8:24)
          3. Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. 22 Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere. 23 Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. 24 Sin embargo, en su gracia, Dios gratuitamente nos hace justos a sus ojos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. 25 Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado, 26 porque miraba hacia el futuro y de ese modo los incluiría en lo que llevaría a cabo en el tiempo presente. Dios hizo todo eso para demostrar su justicia, porque él mismo es justo e imparcial, y a los pecadores los hace justos a sus ojos cuando creen en Jesús. 27 ¿Podemos, entonces, jactarnos de haber hecho algo para que Dios nos acepte? No, porque nuestra libertad de culpa y cargo no se basa en la obediencia a la ley. Está basada en la fe. 28 Así que somos hechos justos a los ojos de Dios por medio de la fe y no por obedecer la ley. (Ro.3:21-28)
    4. Su(s) hermano(s) quería acercarse fallidamente a Dios por medio de esfuerzos humanos

      1. El hermano de Abel: Caín
        1. Caín se dedicó a cultivar la tierra. Al llegar el tiempo de la cosecha, Caín presentó algunos de sus cultivos como ofrenda para el Señor. Abel también presentó una ofrenda: las mejores partes de algunos de los corderos que eran primeras crías de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda, pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. (Gn.4:3-4)
          1. La instrucción del holocausto fue instituida por Dios, pero Caín en su orgullo, la rechazó y se acercó ofreciendo lo mejor de sus cosechas. Se quiso acercar por medio del mérito del esfuerzo humano. En su orgullo, no quiso desechar todo su esfuerzo para ir con su hermano y pedirle un animal para su holocausto. Era humillante hacer a un lado tu trabajo (tomarlo como nada al acercarte a Dios), tu esfuerzo, y era humillante acudir a tu hermano para recibir un animal de holocausto.
      2. Los hermanos de Jesús: los judíos
        1. Amados hermanos, el profundo deseo de mi corazón y mi oración a Dios es que los israelitas lleguen a ser salvos. Yo sé que ellos tienen un gran entusiasmo por Dios, pero es un fervor mal encauzado. Pues no entienden la forma en que Dios hace justas a las personas ante él. Se niegan a aceptar el modo de Dios y, en cambio, se aferran a su propio modo de hacerse justos ante él tratando de cumplir la ley. Sin embargo, Cristo ya cumplió el propósito por el cual se entregó la ley. Como resultado, todos los que creen en él son hechos justos a los ojos de Dios. (Ro.10:1-4)
        2. ¿Qué significa todo esto? Aunque los gentiles no trataban de seguir las normas de Dios, fueron hechos justos a los ojos de Dios; y eso sucedió por medio de la fe. 31 Pero los hijos de Israel, que se esforzaron tanto en cumplir la ley para llegar a ser justos ante Dios, nunca lo lograron. 32 ¿Por qué no? Porque trataban de hacerse justos ante Dios por cumplir la ley en lugar de confiar en él. Tropezaron con la gran piedra en su camino. 33 Dios se lo advirtió en las Escrituras cuando dijo: «Pongo en Jerusalén una piedra que hace tropezar a muchos, una roca que los hace caer. Pero todo el que confíe en él jamás será avergonzado». (Ro.9:30-33)
    5. Fue muerto injustamente por la envidia de su(s) hermano(s)

      1. El hermano de Abel: Caín
        1. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda, pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se enojara mucho, y se veía decaído. «¿Por qué estás tan enojado?—preguntó el Señor a Caín—. ¿Por qué te ves tan decaído? Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo». Cierto día Caín dijo a su hermano: «Salgamos al campo». Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. (Gn.4:4-8)
        2. La vida y testimonio de Abel ponía en evidencia la desobediencia y maldad de su hermano
          1. Las buenas obras de Abel, al contar con la aprobación de Dios, evidenciaba a Caín en el error.
          2. Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros. 12 No seamos como Caín que, por ser del maligno, asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo hizo? Porque sus propias obras eran malas y las de su hermano, justas.(1Jn.3:11-12)
          3. El caso de mi hostbrothers en Michigan
      2. Los hermanos de Jesús: los judíos
        1.  Al reunirse la multitud frente a la casa de Pilato aquella mañana, él les preguntó: «¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el Mesías?». 18 (Él sabía muy bien que los líderes religiosos judíos habían arrestado a Jesús por envidia). (Mt.27:17-18)
        2. La vida y testimonio de Jesús ponía en evidencia la desobediencia de sus compatriotas judíos:
          lo que hacía, por contar con la aprobación y el respaldo de Dios, evidenciaba que los judíos estaban mal.

          1. —¡Hipócritas! —le contestó el Señor—. ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro en sábado y lo saca del establo para llevarlo a tomar agua? 16 Sin embargo, a esta mujer, que es hija de Abraham y a quien Satanás tenía atada durante dieciocho largos años, ¿no se le debía quitar esta cadena en sábado? 17 Cuando razonó así, quedaron humillados todos sus adversarios, pero la gente estaba encantada de tantas maravillas que él hacía. (Lc.13:15-17)
          2. Luego Jesús entró en la sinagoga de ellos, 10 y allí vio a un hombre que tenía una mano deforme. Los fariseos le preguntaron a Jesús: —¿Permite la ley que una persona trabaje sanando en el día de descanso? (Esperaban que él dijera que sí para poder levantar cargos en su contra). 11 Él les respondió: —Si tuvieran una oveja y esta cayera en un pozo de agua en el día de descanso, ¿no trabajarían para sacarla de allí? Por supuesto que lo harían. 12 ¡Y cuánto más valiosa es una persona que una oveja! Así es, la ley permite que una persona haga el bien en el día de descanso. 13 Después le dijo al hombre: «Extiende la mano». Entonces el hombre la extendió, y la mano quedó restaurada, ¡igual que la otra! 14 Entonces los fariseos convocaron a una reunión para tramar cómo matar a Jesús. (Mt.12:9-14)
          3. El mundo no tiene motivos para aborrecerlos; a mí, sin embargo, me aborrece porque yo testifico que sus obras son malas. (Jn.7:7)
    6. Su sangre clama justicia

      1. La sangre de Abel: que se haga justicia
        1. Pero el Señor le dijo: —¿Qué has hecho? ¡Escucha! ¡La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra! (Gn.4:10)
      2. La sangre de Cristo: que la justicia de Dios ha sido satisfecha.
        1. Se han acercado a Dios, el Juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección; 24 a Jesús, el mediador de un nuevo pacto; y a la sangre rociada, que habla mejor que la de Abel. (He.12:23-24)
    7. Su(s) hermano(s) mayo(es) debía(n) haberlo cuidado, pero lo mataron

      1. En el caso de Abel: su hermano mayor quien debió haberlo cuidado
        1. Luego el Señor le preguntó a Caín: —¿Dónde está tu hermano? ¿Dónde está Abel? —No lo sé—contestó Caín—. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano? (He.12.23-24)
      2. En el caso de Jesús: los líderes y ancianos que gobernaban para cuidar a la gente
        1. A partir de entonces, Jesús empezó a decir claramente a sus discípulos que era necesario que fuera a Jerusalén, y que sufriría muchas cosas terribles a manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los maestros de la ley religiosa. Lo matarían, pero al tercer día resucitaría. (Mt.16:21)
    8. Juicio (maldición) cayó sobre su hermano(s) por el homicidio que cometieron

      1. En el caso de Abel
        1. Ahora eres maldito y serás expulsado de la tierra que se ha tragado la sangre de tu hermano. 12 La tierra ya no te dará buenas cosechas, ¡por mucho que la trabajes! De ahora en adelante, serás un vagabundo sin hogar sobre la tierra. 13 Caín respondió al Señor: —¡Mi castigo es demasiado grande para soportarlo! 14 Me has expulsado de la tierra y de tu presencia; me has hecho un vagabundo sin hogar. ¡Cualquiera que me encuentre me matará! (Gn.4:10-13)
          1. Fue expulsado de la tierra, condenado a vivir como forastero sin hogar.
          2. Se le cortaría el acceso a su presencia
          3. Viviría en constante peligro de gente extranjera
      2. En el caso de Jesús
        1. »¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparán ustedes de la condenación del infierno? 34 Por eso yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. A algunos de ellos ustedes los matarán y crucificarán; a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo. 35 Así recaerá sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra. Sí, desde la sangre del justo Abel hasta la de Zacarías, hijo de Berequías. A este, ustedes lo asesinaron entre el santuario y el altar. 36 Les aseguro que todo esto vendrá sobre esta generación. 37 »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste! 38 Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. (Mt.23:33-38)
          1. Fueron expulsados de su tierra, condenados a vivir como forasteros sin hogar… hasta 1948
          2. Se le cortó de la presencia de Dios (el templo fue destruido, y rechazaron la redención de Cristo)
          3. Vivirían en constante peligro de gente extranjera (sentimiento antisemita a nivel mundial)
    9. El juicio a su hermano(s) no vino sin mostrarle(s) misericordia

      1. En el caso de Abel
        1. ¡Cualquiera que me encuentre me matará! 15 El Señor respondió: —No, porque yo castigaré siete veces a cualquiera que te mate. Entonces el Señor le puso una marca a Caín como advertencia para cualquiera que intentara matarlo. 16 Luego, Caín salió de la presencia del Señor y se estableció en la tierra de Nod, al oriente de Edén. (Gn.4:1-16)
          1. En su juicio le mostró todavía amor
          2. Lo dejó con vida dejándolo todavía morar en la tierra (aunque como forastero)
          3. Prometió ajusticiar a los que intenten hacerle daño
          4. ¿Porqué lo dejó convida? Para darle oportunidad de arrepentimiento.
      2. En el caso de Jesús
        1.  »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste! 35 Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. Y les advierto que ya no volverán a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” (Lc.13:34-35)
        2. Con respecto al evangelio, los israelitas son enemigos de Dios para bien de ustedes; pero si tomamos en cuenta la elección, son amados de Dios por causa de los patriarcas (Ro.11:28)
        3. Mis amados hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan orgullosos de ustedes mismos. Parte del pueblo de Israel tiene el corazón endurecido, pero eso solo durará hasta que se complete el número de gentiles que aceptarán a Cristo. 26 Y entonces todo Israel será salvo. Como dicen las Escrituras: «El que rescata vendrá de Jerusalén y apartará a Israel de la maldad.
          1. En su juicio todavía son amados
          2. Los dejó con vida dispersos por la tierra como forasteros
          3. Dios ha hecho justicia contra todos los que se han levantado para dañarlos
          4. No los destruyó por completo porque al final se arrepentirán.
  3. La tipología de Abel que nos revela a Cristo, también nos revela una dinámica muy común en la vida de muchos

    1. La oposición que hay entre buenos y malos

      Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros. 12 No seamos como Caín que, por ser del maligno, asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo hizo? Porque sus propias obras eran malas y las de su hermano, justas.(1Jn.3:11-12)

      1. Los malos (caín y los fariseos no están tan lejo de nuestros corazones):
        1. En nuestra naturaleza carnal no queremos ser vistos como malos (no quieren ser exhibidos en su maldad)… no queremos que cuenten lo malo de nosotros.
        2. Nuestra naturaleza carnal se opone a todos los que nos exhiban en nuestro error o pecado… no importa que sea verdad o que estén en lo correcto, queremos guardar las apariencias.
        3. La naturaleza carnal le importa más la apariencia de una vida perfecta que un corazón humilde que reconoce su imperfección.
        4. La naturaleza carnal busca la gloria por sus propios méritos o esfuerzos, que la humillación que viene por el reconocimiento de su pecado y fallas.
        5. En nuestra naturaleza carnal nos enojamos contra todos aquellos que nos hacen ver como imperfectos o en el error (aunque estén en lo correcto).
        6. El malo trata de encubrir su maldad, su imperfección, su error, eliminando a aquel que lo exhibe. (Pudiendo reconocer su error y arrepentirse).
        7. La maldad del malo es un problema de orgullo.
        8. El enojo del malo tiene como raíz también el orgullo.
      2. Los buenos (Abel y todos los redimidos):
        1. Reconocen su insuficiencia, su imperfección y aceptan los medios provistos por Dios
        2. No tienen miedo a sacar a la superficie que son (fueron) terribles pecadores, pues eso exalta a Dios (su misericordia).
          1. La siguiente declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla: «Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores», de los cuales yo soy el peor de todos. 16 Pero Dios tuvo misericordia de mí, para que Cristo Jesús me usara como principal ejemplo de su gran paciencia aun con los peores pecadores. De esa manera, otros se darán cuenta de que también pueden creer en él y recibir la vida eterna. 17 ¡Que todo el honor y toda la gloria sean para Dios por siempre y para siempre! Él es el Rey eterno, el invisible que nunca muere; solamente él es Dios. Amén. (1Ti.1:15-17)
            1. ¿Exhibirías tus errores y tus pecados para exaltar la misericordia de Dios sobre tu vida y para edificar y consolar a otros?
        3. El secreto de los buenos está en la humillación, en la humildad.
      3. Para Dios es más bello y valioso un corazón humillado (humilde) que una vida perfecta
        La vida perfecta no existe, solo son apariencias. La vida de perfección puede llevar al orgullo: Satanás: Eras un modelo de perfección, lleno de sabiduría y de hermosura perfecta… Fuiste irreprochable en tus caminos, desde el día en que fuiste creado hasta que se encontró maldad en ti… A causa de tu hermosura tu corazón se llenó de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría. (Ez.28:12,15,17)

        1. Luego Jesús contó la siguiente historia a algunos que tenían mucha confianza en su propia rectitud y despreciaban a los demás: 10 «Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era fariseo, y el otro era un despreciado cobrador de impuestos. 11 El fariseo, de pie, apartado de los demás, hizo la siguiente oración: “Te agradezco, Dios, que no soy como otros: tramposos, pecadores, adúlteros. ¡Para nada soy como ese cobrador de impuestos! 12 Ayuno dos veces a la semana y te doy el diezmo de mis ingresos”. 13 »En cambio, el cobrador de impuestos se quedó a la distancia y ni siquiera se atrevía a levantar la mirada al cielo mientras oraba, sino que golpeó su pecho en señal de dolor mientras decía: “Oh Dios, ten compasión de mí, porque soy un pecador”. 14 Les digo que fue este pecador—y no el fariseo—quien regresó a su casa justificado delante de Dios. Pues los que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan serán exaltados». (Lc.18:9-14)

Alberto Vazquez Botello