Un cambio de actitud

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Predica “Un cambio de actitud”

Algunas veces en el desarrollo de nuestros ministerios debemos enfrentar situaciones que parecen amenazar nuestra participación en la obra de la extensión del reino de Dios. Unas veces vemos que Dios nos dirige por caminos diferentes, otras veces, vemos como nuestro Padre Celestial nos libra de situaciones y nos libra de las asechanzas del enemigo.

Hoy les quiero platicar un poco de como a veces nuestros mismos colaboradores o hermanos en la fe, consiervos nuestros, pueden representar, a primera vista, una amenaza o un ataque a nuestro servicio, pero no debemos olvidar que Nuestro Padre Celestial todo usa para bien de los que lo amamos. (Rom.8:28) NTV “²⁸ Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.

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Veamos algunos pasajes de la Biblia para ilustrar esto. Primero veamos algunos versículos que nos muestran el papel que jugaba Bernabé dentro de la iglesia de Cristo y la manera en que hacía equipo con Pablo y algunos otros cristianos.

• (Hechos.4:36) (NTV) ³⁶ Por ejemplo, había un tal José, a quien los apóstoles le pusieron el sobrenombre Bernabé (que significa «hijo de ánimo»). Él pertenecía a la tribu de Leví y era oriundo de la isla de Chipre. En otras versiones se lee “hijo de consolación”
• (Hechos.9:26-28) (NTV) ²⁶ Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de reunirse con los creyentes, pero todos le tenían miedo. ¡No creían que de verdad se había convertido en un creyente! ²⁷ Entonces Bernabé se lo llevó a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino a Damasco y cómo el Señor le había hablado a Saulo. También les dijo que, en Damasco, Saulo había predicado con valentía en el nombre de Jesús.

²⁸ Así que Saulo se quedó con los apóstoles y los acompañó por toda Jerusalén, predicando con valor en el nombre del Señor.

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• (Hechos.11:23-25) (NTV) ²³ Cuando él llegó y vio las pruebas de la bendición de Dios, se llenó de alegría y alentó a los creyentes a que permanecieran fieles al Señor.²⁴ Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y firme en la fe. Y mucha gente llegó al Señor.

• Después Bernabé siguió hasta Tarso para buscar a Saulo. ²⁶ Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

• (Hechos.11:29-30) (NTV) 29 Así que los creyentes de Antioquía decidieron enviar una ayuda a los hermanos de Judea, y cada uno dio lo que podía. 30 Así lo hicieron, y confiaron sus ofrendas a Bernabé y a Saulo para que las llevaran a los ancianos de la iglesia de Jerusalén.

• (Hechos.12:24-25) (NTV) 24 Mientras tanto, la palabra de Dios seguía extendiéndose, y hubo muchos nuevos creyentes. 25 Cuando Bernabé y Saulo terminaron su misión en Jerusalén, regresaron llevándose con ellos a Juan Marcos.

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Con estos primeros pasajes y versículos nos debe quedar claro que ambos hermanos Pablo y Bernabé eran llenos del Espíritu Santo y Dios obraba a través de uno y de otro por igual, de hecho, los usaba grandemente cuando trabajaban como equipo.

Incluso, también Dios obraba por medio de otros hermanos que también los acompañaban. Sin embargo, esto no quería decir, que las cosas seguirían siempre igual, sino que, más adelante ambos experimentarían un cambio en sus ministerios que significaría un beneficio mayor a la obra de la extensión del reino de Dios.

A veces en el reino de Dios, “Dividir significa multiplicar”, solamente Dios es capaz de sacar provecho de esta manera.

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Sigamos leyendo acerca del ministerio de este poderoso equipo de misioneros.

Bernabé y Saulo son encomendados

(Hechos.13:1-12) Entre los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía de Siria se encontraban Bernabé, Simeón (llamado «el Negro»), Lucio (de Cirene), Manaén (compañero de infancia del rey Herodes Antipas) y Saulo. 2 Cierto día, mientras estos hombres adoraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Consagren a Bernabé y a Saulo para el trabajo especial al cual los he llamado». 3 Así que, después de pasar más tiempo en ayuno y oración, les impusieron las manos y los enviaron.

Primer viaje misionero de Pablo

4 Entonces Bernabé y Saulo fueron enviados por el Espíritu Santo. Descendieron hasta el puerto de Seleucia y después navegaron hacia la isla de Chipre. 5 Allí, en la ciudad de Salamina, fueron a las sinagogas judías y predicaron la palabra de Dios. Juan Marcos fue con ellos como su asistente.

6 Después viajaron de ciudad en ciudad por toda la isla hasta que finalmente llegaron a Pafos, donde conocieron a un hechicero judío, un falso profeta llamado Barjesús. 7 El tal se había apegado al gobernador, Sergio Paulo, quien era un hombre inteligente. El gobernador invitó a Bernabé y a Saulo para que fueran a verlo, porque quería oír la palabra de Dios; 8 pero Elimas, el hechicero (eso es lo que significa su nombre en griego), se entrometió y trataba de persuadir al gobernador para que no prestara atención a lo que Bernabé y Saulo decían. Trataba de impedir que el gobernador creyera.

9 Saulo, también conocido como Pablo, fue lleno del Espíritu Santo y miró al hechicero a los ojos. 10 Luego dijo: «¡Tú, hijo del diablo, lleno de toda clase de engaño y fraude, y enemigo de todo lo bueno! ¿Nunca dejarás de distorsionar los caminos verdaderos del Señor? 11 Ahora mira, el Señor ha puesto su mano de castigo sobre ti, y quedarás ciego. No verás la luz del sol por un tiempo». Al instante, neblina y oscuridad cubrieron los ojos del hombre, y comenzó a andar a tientas, mientras suplicaba que alguien lo tomara de la mano y lo guiara.

12 Cuando el gobernador vio lo que había sucedido, se convirtió, pues quedó asombrado de la enseñanza acerca del Señor.

En este pasaje del primer viaje misionero de Pablo y Bernabé vemos claramente que su ministerio estaba respaldado y dirigido por el Espíritu Santo de Dios. Ellos fueron enviados por Dios mismo a diversas islas, países y ciudades con la encomienda de predicar el evangelio. Y personas de todas clases sociales y hasta gobernadores se convertían por el testimonio y el poder de Dios. Para este servicio el Señor también les envió un asistente llamado Juan Marcos.

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Luego vemos en Hechos 13:13 [Pablo predica en Antioquía de Pisidia] Luego Pablo y sus compañeros salieron de Pafos en barco rumbo a Panfilia y desembarcaron en la ciudad portuaria de Perge. Allí Juan Marcos los dejó y regresó a Jerusalén; 14 pero Pablo y Bernabé siguieron su viaje por tierra adentro hasta Antioquía de Pisidia.

No encontramos en la Biblia los detalles o los motivos del por qué Juan Marcos abandonó a Pablo y Bernabé en este primer viaje, lo que sí sabemos es que después Bernabé volvió a proponer la participación de Juan Marcos en este ministerio.

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Pablo y Bernabé se separan

(Hechos.15:36-41) Después de un tiempo Pablo le dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar cada una de las ciudades donde ya antes predicamos la palabra del Señor para ver cómo andan los nuevos creyentes». 37 Bernabé estuvo de acuerdo y quería llevar con ellos a Juan Marcos; 38 pero Pablo se opuso terminantemente ya que Juan Marcos los había abandonado en Panfilia y no había continuado con ellos en el trabajo. 39 Su desacuerdo fue tan intenso que se separaron. Bernabé tomó a Juan Marcos consigo y navegó hacia Chipre. 40 Pablo escogió a Silas y, al salir, los creyentes lo encomendaron al cuidado misericordioso del Señor. 41 Luego viajó por toda Siria y Cilicia, fortaleciendo a las iglesias.

En este punto, ya se visualizaba claramente la necesidad de volver a viajar para confirmar la fe de los que creyeron en el primer viaje y aunque Bernabé coincidía en esta necesidad en lo que no se pusieron de acuerdo en este momento, fue en el regreso de Juan Marcos como asistente de ambos.

Dice el versículo 39 que el desacuerdo entre Pablo y Bernabé fue tan duro que decidieron separarse para viajar cada quién por su lado.

En esta separación vemos como Dios obró poderosamente en ambos ministerios, y podemos ver que se duplico el esfuerzo misionero, ahora sería visitadas más ciudades por misioneros llenos del Espíritu Santo.

Aunque no conocemos las razones por las que Juan Marcos los había abandonado si sabemos que Dios usó todo esto para extender Su obra de salvación.

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El primer punto que deseo resaltar en este mensaje es este. Algunas veces las separaciones entre hermanos en la fe, tienen un efecto multiplicador para afectar a nuevos creyentes o edificar al cuerpo de Cristo. Tenemos infinidad de ejemplos en nuestro tiempo y a través de la historia de la iglesia cristiana.

Mientras estemos conscientes de que, como hermanos, nos une la doctrina sana del evangelio de Jesús debemos centrar nuestra atención en reconocer que al final serán los frutos de cada ministerio los que lo avalen delante de Dios. Nuestro Padre Celestial analiza las intenciones más profundas de nuestros corazones y nos respalda cuando tenemos la motivación correcta de servirle y agradarle solo a Él, aún sobre nuestros errores cuando nos hemos genuinamente arrepentido.

Veamos ahora como el mismo Pablo, cambió de parecer con respecto de Juan Marcos. Es decir, tuvo un cambio de actitud al mismo tiempo que Juan Marcos también corrigió sus errores y demostró ser útil para el reino de Dios.

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Palabras finales de Pablo

(2Timoteo.4:9-18) ⁹ Timoteo, por favor, ven lo más pronto posible. ¹⁰ Demas me abandonó porque ama las cosas de esta vida y se fue a Tesalónica. Crescente se fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. ¹¹ Solo Lucas está conmigo. Trae a Marcos contigo cuando vengas, porque me será de ayuda en mi ministerio. ¹² A Tíquico lo envié a Éfeso. ¹³ Cuando vengas, no te olvides de traer el abrigo que dejé con Carpo en Troas. Tráeme también mis libros y especialmente mis pergaminos.

¹⁶ La primera vez que fui llevado ante el juez, nadie me acompañó. Todos me abandonaron; que no se lo tomen en cuenta. ¹⁷ Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas, a fin de que yo pudiera predicar la Buena Noticia en toda su plenitud, para que todos los gentiles la oyeran. Y él me libró de una muerte segura. ¹⁸ Así es, y el Señor me librará de todo ataque maligno y me llevará a salvo a su reino celestial. ¡A Dios sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén.

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En el último capítulo escrito, del último libro escrito por Pablo, vemos reflejado el último capítulo de su vida en este mundo. Es interesante leer estos pasajes y tal vez como yo, tú también puedes interpretar que Pablo de alguna manera se sintió muy solo en algunos momentos cruciales, es decir, algunos de sus más fieles colaboradores lo habían abandonado cuando se enfrentaba a los jueces, pero su consuelo y su confianza estaban basados en la esperanza segura de que Dios lo llevaría a Su reino celestial.

Por un lado, Pablo menciona a Demas que abandonó el ministerio por seguir más las cosas de este mundo y por otro lado, también vemos en estos versículos como Pablo hace mención de sus fieles colaboradores y menciona a Lucas, autor del Evangelio de Lucas y del Libro de Hechos, como el único que en ese momento lo acompañaba, sin embargo, hay otros nombres de valiosos colaboradores.

De manera especial resalta la importancia de contar con Juan Marcos para que le ayudara en el final de su ministerio.

El hecho de que Pablo le dijera a Timoteo que trajera a Marcos es interesante, ya que, como comentamos hace rato, Pablo se disgustó mucho cuando Marcos los abandonó a él y a Bernabé en el primer viaje misionero de ambos. (Hechos.13:13) (Hechos.15:36-41). Su desaprobación de Marcos era tanta que él y Bernabé no hicieron el segundo viaje juntos porque Bernabé insistía en que Marcos los acompañara.

Aparentemente, en algún momento Pablo le dio a Marcos otra oportunidad de probar su dedicación y Marcos demostró ser un valioso colaborador. No tenemos los detalles de la transformación de Marcos ni del cambio de parecer de Pablo, pero vemos como Pablo se dio cuenta que las personas podemos cambiar y dio una segunda oportunidad a Juan Marcos para que desarrollara los dones en equipo con él.

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¿Tú hubieras superado el rechazo o la oposición de Marcos? Si te hubiera abandonado o si te hubiera rechazado, ¿le habrías perdonado? Cuando analizamos los escenarios en los que Dios nos pone creo que debemos ver todo el contexto global de la obra de Dios, no solamente desde nuestra perspectiva limitada de las cosas. En este punto vale la pena resaltar que pasa lo mismo cuando pastoreamos ovejas, para ayudar a desarrollar los dones de las personas que Dios ha puesto a nuestro cargo, Dios espera que seamos misericordiosos y tengamos paciencia dando segundas oportunidades a quienes han caído.

Rechazar o desacreditar por completo (dar el tiro de gracia) a algún hermano al primer error, no es el modelo bíblico a seguir. Si nuestro Señor Jesucristo quien es perfecto no lo hizo, nosotros que somos falibles, ¿cómo nos atreveríamos a hacerlo?

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(Galátas.6:1) NVI “Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.

(Santiago.2:13) NTV “No habrá compasión para quienes no hayan tenido compasión de otros, pero si ustedes han sido compasivos, Dios será misericordioso con ustedes cuando los juzgue.”

(Mateo.7:1-3) NTV “No juzguen a los demás, y no serán juzgados. ² Pues serán tratados de la misma forma en que traten a los demás. El criterio que usen para juzgar a otros es el criterio con el que se les juzgará a ustedes.

³ »¿Y por qué te preocupas por la astilla en el ojo de tu amigo, cuando tú tienes un tronco en el tuyo?”

(Mateo.9:13) NTV “Luego añadió: «Ahora vayan y aprendan el significado de la siguiente Escritura: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”. Pues no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores».”

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El segundo punto que deseo resaltar hoy es una valiosa lección que podemos aprender en estas pocas palabras: debemos darles tiempo a las personas para que maduren y no oponernos a que ejerzan puestos de liderazgo en el ministerio debido a errores que ya hayan corregido. Debemos mantener abierta nuestra mente y alentar a las personas a cambiar y a madurar porque no sabemos cómo las usará Dios en Su obra. En la persona de Bernabé, vemos que literalmente se ganó el apodo de “hijo de ánimo” debido a que sabía estimular y Dios lo usaba para alentar a sus hermanos en la fe y esto dio como resultado que personajes como Pablo y Juan Marcos pudieron continuar con sus ministerios y terminado las tareas que Dios les había preparado.

En el caso de Marcos, este se convirtió en un amigo de Pablo, valioso colaborador, llegó a ser un líder cristiano de confianza (Colosenses.4:10) “10 Aristarco, quien está en la cárcel conmigo, les manda saludos; y también los saluda Marcos, el primo de Bernabé. Tal como ya se les indicó, si Marcos pasa por allí, hagan que se sienta bienvenido.”  (Filemón.1:24) “También los saludan Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.” y por si fuera poco escribió el Evangelio que lleva su nombre.

Ahora, tú que escuchas este mensaje, tal vez te sientas como el joven misionero Juan Marcos que traicionó la confianza no de hombres sino la de Dios mismo, con tus pecados con tus errores. Debes saber que hoy Él está dispuesto a salvarte y a aceptarte de vuelta si tan sólo te arrepientes de tus pecados y crees en Jesús y lo aceptas como Señor y Salvador personal.

No necesitas hacer nada más, solamente arrepentirte y creer en el Evangelio, si quieres aceptar a Jesús en este momento puedes repetir, confesando con tu boca y creyendo con tu corazón las siguientes palabras:

“Amado Dios, confío en tu Hijo Jesucristo y en la obra que Él hizo por mí. Por favor perdona mis pecados por medio de Jesús y dame la vida eterna que sólo Él puede darme. Te pido en el nombre de tu Hijo Jesús, amén”