Rapto

Hola, antes que nada le doy las Gracias a Dios por este espacio, porque El pone los medios para poder plasmar los mensajes que ha enviado. Todo lo plasmado aquí es para “Su Gloria y Honra” . Se en mi corazón que hay muchos amando al Señor esperando su venida, y este mensaje es para decirles que “El Viene Pronto”. Que luchen sin cesar, que trabajen en traer a otros a los Pies del Señor.

Esta es la visión:

Estaba el domingo 8 de Junio del 2014, orando, alabando y clamando al Señor y de repente empece a temblar, mi cuerpo se puso muy duro y caí de rodillas, y le clame al Señor, le dije: “Papá prepara una casa para mis hijas mi esposa y para mi en Tu Reino y le decía ¡ Tu eres mi Papá!”, cuando de pronto vi un “bosque” con muchos arboles frondosos de hojas rojas y verdes y en medio de el un “río” que bajaba, el agua era cristalina, y había mucha vegetación al rededor. Después vi el “cielo”  con nubes y en medio se abría de abajo hacia arriba un hoyo y al final una “luz” intensa y yo decía Jesús llévame, tenia mis manos hacia el cielo, y le decía Jesús llévame, y yo veía como que succionaban a personas. Yo estaba levantando mis manos queriendo tocar las nubes y la luz y me acorde de mi familia y le dije “Jesús Papá llévanos a todos”, sentía como que me quería ir, como desmayar y temblando no podía bajar mis manos. Cuando abrí los ojos estaba fatigado, me faltaba el aire.

Esa es la visión amados, para terminar les dejo un versículo para meditar en el.

Apocalipsis 3.20-22 NTV

»¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos. Todos los que salgan vencedores se sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi Padre en su trono »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias».

Amén.

Guauuu, Jesús esta a la puerta de tu corazón, te está diciendo que si la abres estarás con Él eternamente. 
Aquellos que lo hemos recibido: ESCUCHEMOS EL ESPÍRITU QUE EL NOS HA DADO Y QUE MORA EN NOSOTROS SU IGLESIA.

Martin Orozco Guadián