- El día del amor y la amistad
- Un escenario todo romántico y “chalala” -superficial
- Amor, noviazgo = relación de pareja, matrimonio
- Amor, amistad = como un hermano (Pr.17:17; 18:24)
- ¿Cómo se imaginan el cielo o la nueva tierra?
- ¿Como un coro?
- ¿Como un escenario de postal donde por fin te dejan en paz?
- ¿Como los musulmanes?
- El cielo en la tierra en la forma de una familia
- El Sueño de Dios:
“¡Qué maravilloso y agradable es cuando los hermanos conviven en armonía! Pues la armonía es tan preciosa como el aceite de la unción que se derramó sobre la cabeza de Aarón, que corrió por su barba hasta llegar al borde de su túnica. La armonía es tan refrescante como el rocío del monte Hermón que cae sobre las montañas de Sión. Y allí el Señor ha pronunciado su bendición, incluso la vida eterna.” (Sal.133) - Su gozo, su deleite, es su familia:
¡Qué feliz me puse con el mundo que él creó; cuánto me alegré con la familia humana! (Pr.8:31) - Lo primero que quiere hacer Jesús al experimentar la bondad de Dios:
Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré. (Sal.22.22) - El Sueño de Dios es habitar con nosotros en armonía:
¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.(Ap.21:3-4) - Por eso la restauración es el derecho a volver a formar parte de la familia:
pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. (Jn.1:12)Dios —para quien y por medio de quien todo fue hecho— eligió llevar a muchos hijos a la gloria. Convenía a Dios que, mediante el sufrimiento, hiciera a Jesús un líder perfecto, apto para llevarlos a la salvación. Por lo tanto, Jesús y los que él hace santos tienen el mismo Padre. Por esa razón, Jesús no se avergüenza de llamarlos sus hermanos, pues le dijo a Dios: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos. Entre tu pueblo reunido te alabaré». También dijo: «Pondré mi confianza en él», es decir, «yo y los hijos que Dios me ha dado». Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre.(He.2:10-14) - Más valiosa que la familia consanguínea:
Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan. El les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. (Mr.3:32-35)
- El Sueño de Dios:
- Para esta armonía se requiere:
- Reglas: que definan los límites de los derechos y obligaciones, así como las reglas del juego (Jn.14:21, Jn.15:14)
- Valores: que definan las meta o prioridades (Mt.6:33; 16:23; Jn.2:15-16; Mt.22:37-39)
- Actores movidos por el amor: personas no egoístas que vean por el bienestar de su prójimo como el suyo propio (1Jn.2:15; Mt.22:39, Fil.2:4; 1Co.12:26)
- La realidad: la caída vino a estropear todo esto
- La naturaleza pecaminosa que heredamos por la caída estropea el potencial de reflejar la gloria del cielo:
Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Ga.5:19-21) - Y aún de cristianos, por nuestra inmadurez espiritual estos frutos:
Amados hermanos, cuando estuve con ustedes, no pude hablarles como lo haría con personas espirituales. Tuve que hablarles como si pertenecieran a este mundo o como si fueran niños en Cristo. Tuve que alimentarlos con leche, no con alimento sólido, porque no estaban preparados para algo más sustancioso. Y aún no están preparados, porque todavía están bajo el control de su naturaleza pecaminosa. Tienen celos unos de otros y se pelean entre sí. ¿Acaso eso no demuestra que los controla su naturaleza pecaminosa? ¿No viven como la gente del mundo? (1Co.3:1-3) - Como hijos del diablo o cristianos inmaduros, en vez de abrir una sucursal del cielo en la tierra, abrimos una del infierno.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. (Mt.6:10) - Si Dios se va establecer su reino en la tierra, el cual está caracterizado por las relaciones armoniosas, no es de extrañar que los que persistan en la naturaleza pecaminosa sean excluidos.
El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y ellos quitarán del reino todo lo que produzca pecado y a todos aquellos que hagan lo malo.(Mt.13:41)
- La naturaleza pecaminosa que heredamos por la caída estropea el potencial de reflejar la gloria del cielo:
- El cielo en la tierra es posible por su Espiritu:
- El cielo en la tierra es sólo para los maduros:
En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! (Ga.5:22)el amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.(1Co.13:4-7) - Esta plenitud toma tiempo y un proceso de discipulado:
Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros, apenas niños en Cristo. Les di leche porque no podían asimilar alimento sólido, ni pueden todavía, pues aún son inmaduros.(1Co.3:1-3)Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. (He.5:14)
Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor.(Mt.10:25)
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. (Jn.8:31-32)
- El cielo en la tierra es sólo para los maduros:
- El mandato a amarnos:
- Ordenado por Jesús:
Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado (Jn.15:12). - Reiterado por Juan:
Queridos amigos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino más bien uno antiguo que han tenido desde el principio. Ese mandamiento antiguo —ámense unos a otros— es el mismo mensaje que oyeron antes. (1Jn.2:7) - Aclarado por Pablo:
El amor sea sin fingimiento (Ro.12:9)Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad. (1Jn.3:18) - Es una de los frutos del nacimiento de nuevo:
El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. 11 Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver. (1Jn.2:9-10)Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún asesino permanece la vida eterna. (Jn.3:14-15)
- Ordenado por Jesús:
- El amor: lo que implica –más allá de todo romanticismo de las flores y chocolates
- Mostrando los frutos del Espíritu:
el amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.(1Co.13:4-7) - Invirtiendo nuestra vida en el servicio por otros (no viviendo para uno):
Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos. (Jn.3:16) - Sacrificar cosas e incomodarte por otros:
Más bien, en todo y con mucha paciencia nos acreditamos como servidores de Dios: en sufrimientos, privaciones y angustias; en azotes, cárceles y tumultos; en trabajos pesados, desvelos y hambre.(2Co.6:4-5) - Valorando más las relaciones que las ofensas:
Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. (Ro.15:1) - Preocupándonos y pastoreándonos unos por otros
Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.(He.10:24-25)¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad? ¿Quién se ha dejado llevar por mal camino sin que yo arda de enojo? (2Co.11:29) - Siendo compartido con los que padecen necesidad:
Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él? (1Jn.3:17) - Ayudándonos unos a otros:
Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. (Ga.6:2)
- Orando unos por otros:
Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes.(Ef.6:18) - Prefiriéndonos:
Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, en especial a los de la familia de la fe.(Ga.6:10)
- Mostrando los frutos del Espíritu:
- ¿Como experimentar el Salmo 133 (el pedacito del cielo) en la casa, en el trabajo, en la casa?
- Esto no se obtiene de la noche a la mañana, para abrir sucursales del cielo en la tierra: tienes que aprender los manuales y obtener las certificaciones necesarias.
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. (2Ti.3:16-17)Si alguien se mantiene limpio, llegará a ser un vaso noble, santificado, útil para el Señor y preparado para toda obra buena. (2Ti.2:21) - Por el Espíritu tu tienes el potencial para destruir las obras del diablo y hacer de cualquier lugar un pedazo del Cielo.
El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo. Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios. Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano.(1Jn.3:8-10)
- Esto no se obtiene de la noche a la mañana, para abrir sucursales del cielo en la tierra: tienes que aprender los manuales y obtener las certificaciones necesarias.