Ayuda económica

“Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.” (Hch.4:34-35)

La Biblia nos enseña a ayudar a los hermanos necesitados de la congregación, y para eso tenemos un presupuesto asignado. Si estás en necesidad económica sabes que nuestra iglesia está dispuesta a ayudarte. Solo te pedimos que leas los criterios que Minaschurch sigue para la repartición:

  1. Nuestra ayuda es para cosas básicas, no para mantener tu estilo de vida (1Tim.6:8)
    • Cuando es ayuda en dinero, solicitamos los comprobantes de gastos.
  2. No ayudamos a gente que no trabaja (2Tes.3:10) o que no lo hace arduamente –“con afán y fatiga día y noche” (2Tes.3:7-9), o que es negligente en su trabajo (Pr.18:9).
    • Sabes que si tienes “tiempo libre”, o tiempo para “facebokear”, o jugar “videojuegos”, no está siguiendo trabajando arduamente.
    • Esto no aplica a los hermanos que no tienen un empleo pero “trabajan arduamente” en conseguir uno.
  3. No ayudamos a cristianos que no tiene ordenada su vida: que no maneja presupuesto, horarios, son improductivos, no ejercen dominio propio en sus finanzas, etc. (2Tes.3:6,11-15)
    • Los hermanos que están en problemas económicos por desorden en su vida, sólo los ayudamos una vez y no sin someterse a una auditaría y disciplina por parte del  liderazgo de la iglesia para así eliminar cualquier mala práctica que haya ocasionado el problema económico.
  4. No ayudamos a hermanos que tienen familiares cristianos con la posibilidad y por lo tanto, el deber de ayudarlos (1Tim.5:8)
  5. Se considera tu testimonio y tu relación con Dios, que Él sea lo primero en tu vida.  Ayudamos a hermanos que se congregan, tienen su tiempo con Dios (devocional), son o han sido discipulados, son activos en el servicio en la iglesia y viven en santidad (véase como se aplicaba este criterio con las viudas: 1Tim.5:3-16).
  6. Damos prioridad a los hermanos de nuestra congregación y después a los de otras congregaciones con las cuales tenemos relación o vínculo (necesario para verificar el cumplimiento y seguimiento de los principios aquí enlistados). Hermanos de otras congregaciones no vinculadas a la nuestra no son candidatos para esta ayuda.
  7. La ayuda que ofrecemos puede ser en especie, en la forma de donativo económico, o en la forma de préstamo.
  8. Los hermanos que solicitan ayuda pueden ser sometidos a una auditoría por parte del liderazgo de la iglesia para determinar las verdaderas causas del problema y así poder implementar soluciones.
  9. La solicitud enviada no es garantía de que se les otorgará alguna ayuda económica, pues cada caso de revisa y se ora.

Después de haber leído los criterios que utilizamos, llena la siguiente solicitud:

 

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