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- Aclaración
- ¿Dios tiene necesidad? NO
Dios no está incompleto o falto de nada. Tampoco requiere nada para su existencia. El es la fuente de todo, quien sustenta a todo y quien llena a todo con su plenitud. Solo en su encarnación es que tuvo necesidades.- ¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! «¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero?» «¿Quién le ha dado primero a Dios, para que luego Dios le pague?» Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén. (Ro.11:33-36)
- Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia. (Ef.11:23)
- El es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. (Col.1:17)
- ¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! «¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero?» «¿Quién le ha dado primero a Dios, para que luego Dios le pague?» Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén. (Ro.11:33-36)
- Necesidad vs. Anhelos o deseos
Dios no tiene necesidad, pero tiene deseos, anhelos (una voluntad). ¿Producto de algún vacío o necesidad que tiene? no, sino de la plenitud que es él. Sus anhelos son para bendecir y dar a su creación.- Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella. (Lc.19:41)
- ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! (Mt.23:37)
- Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos… Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará? (Lc.23:28-31)
- No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. (Ef.4:30)
- El te “necesita” para llevar acabo esos anhelos.
¿Tiene planes para ti? así es… y ¿a quién crees que necesita para esos planes? ¿Tienes planes para la humanidad? así es, y ¿a quién crees que necesita para esos planes?- Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jer.29:11)
- Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás. (Ef.2:10)
- Tiene anhelos particulares para todos, por eso nos clama que nos arrepintamos, porque quiere cumplir esos anhelos, los cuales no los puede hacer sin tí.
- ¿Y si no lo hacemos?
Como vimos, le causara tristeza (por el afectado)… pero a él nada le quita pues él siempre gana. Si no lo haces el ya lo sabe y lo utilizará para traer un mayor beneficio a los que sí lo aman.- Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. (Mr.3:5)
- De la misma manera, aunque Dios tiene el derecho de mostrar su enojo y su poder, él es muy paciente con aquellos que son objeto de su enojo, los que están destinados para destrucción. Lo hace para que las riquezas de su gloria brillen con mucha más intensidad sobre aquellos a quienes les tiene misericordia, los que preparó de antemano para gloria. (Ro.9:22-23)
- Podríamos decir que Dios no necesita, pero sus anhelos, sus deseos, sí. Una parte de su voluntad necesita de ti. El nos pide, no porque necesite, sino porque quiere darnos, porque quiere bendecirnos.
- ¿Dios tiene necesidad? NO
- Una curiosa declaración de parte de Jesús
- Les digo la verdad, de todos los que han vivido, nadie es superior a Juan el Bautista. Sin embargo, hasta la persona más insignificante en el reino del cielo es superior a él. (Mt.11:11)
- ¿Qué quiso decir?
- Todos los que han vivido: De todos los personajes del Antiguo Testamento, desde la creación del mundo hasta ese tiempo, Juan es el mayor de todos.
- El más insignificante en el reino del cielo (Jn.3:5): ¡el más pequeño dentro del nuevo pacto, de los herederos del reino es mayor que Juan!
- ¿Se le olvidó el currículum de los otros hombres del Antiguo Testamento?
- Abraham:
- ¡Padre de la Fe!
- Se le prometió la tierra y una gran descendencia y que en su simiente todas las familias de la tierra serían bendecidas
- Le creyó a Dios en esperanza contra esperanza y obtuvo Isaac
- Estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo por Dios
- Moisés
- Fue usado para liberar a toda una nación a toda una nación
- Las 10 plagas
- El mar Rojo
- Maná
- Josué
- Cruza el río Jordán
- Conquistó a naciones mas grandes y poderosas
- Entregó la tierra al pueblo de Israel
- David
- Mató a Goliat
- Destruyó a los enemigos de Israel
- El rey más grande en la história de Israel
- Elías
- Manda sequia, lluvia
- Alimenta sobrenatural a una viuda y su hijo
- Hace caer fuego del cielo
- Llevado en un carro de fuego al cielo
- Eliseo
- Rescata ejércitos deshidratados
- Viudas en problemas financieros
- Resucitó a un muerto
- Sana a un leproso
- Capturó ejércitos
- Isaías
- Las profecías más asombrosas del Mesías
- Daniel
- El hombre con las revelaciones más asombrosas proféticamente
- Juan
- Mhh… predicó y bautizó
- Abraham:
- ¿En qué se basa la grandeza que Juan tiene?
- No resucitó a nadie de entre los muertos como Eliseo
- No hizo ningún milagro como Elías
- No hizo ninguna conquista como David
- No hizo liberó a todo una nación a través de ejércitos, mares y desiertos como Moisés
- No destruyó a poderosas naciones como Josué
- ¿Qué hizo que fue declarado el hombre más grande que jamás existió?
Tuvo la fortuna de conocer y servir personalmente al rey Mesías: le preparó el camino, lo bautizó - ¿Te imaginas cuando Juan descendió al Seol para encontrarse con todos esos grandes en la fe?
- A partir del Nuevo Testamento
Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido. Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, de modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros. (He.11:39-40)
Incluso los profetas quisieron saber más cuando profetizaron acerca de esta salvación inmerecida que estaba preparada para ustedes. Se preguntaban a qué tiempo y en qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando les dijo de antemano sobre los sufrimientos de Cristo y de la inmensa gloria que después vendría. Se les dijo que los mensajes que habían recibido no eran para ellos sino para ustedes. Y ahora esta Buena Noticia les fue anunciada a ustedes por medio de aquellos que la predicaron con el poder del Espíritu Santo, enviado del cielo. Todo es tan maravilloso que aun los ángeles observan con gran expectación cómo suceden estas cosas. (1Pe.1:10-12)- Nuestra grandeza por encima de la de Juan
- Tenemos al Espíritu de Cristo en nosotros (Ro.8:9) <=
- Coherederos (Ro.8:17)
- Gloria, honra, inmortalidad (Ro.8:7)
- Entre nosotros hay rangos: “la persona más insignificante en el reino del cielo”
Grandeza por el fruto que producimos para él:- El siervo al cual le había confiado las cinco bolsas de plata se presentó con cinco más y dijo: “Amo, usted me dio cinco bolsas de plata para invertir, y he ganado cinco más”. El amo lo llenó de elogios. “Bien hecho, mi buen siervo fiel”. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo! … “Siervo malo y negligente” (Mt.25:20-21; 26)
- Entonces ordenó: Quítenle el dinero a este siervo y dénselo al que tiene las diez bolsas de plata. A los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen. (Mt.25:28-29)
- Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. (Jn.15:8)
- Pero considero que en nada soy inferior a esos «superapóstoles». Quizás yo sea un mal orador, pero tengo conocimiento. Esto se lo hemos demostrado a ustedes de una y mil maneras. (2Co.11:5-6)
- Las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que de verdad oyen y entienden la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado! (Mt.13:23)
- Otra vez lo digo, no piensen que soy un necio por hablar así; pero aun si lo piensan, escúchenme, tal como lo harían con una persona necia, mientras que yo también me jacto un poco. Dicha jactancia no proviene del Señor, pero actúo como un necio. Ya que otros se jactan de sus logros humanos, yo también lo haré. Después de todo, ustedes se creen muy sabios, ¡pero con gusto soportan a los necios! Aguantan cuando alguien los esclaviza, les quita todo lo que tienen, se aprovecha de ustedes, toma control de todo y les da una bofetada. ¡Me da vergüenza decir que nosotros fuimos demasiado «débiles» para hacer lo mismo! Pero sea lo que sea de lo que ellos se atrevan a jactarse —otra vez hablo como un necio— yo también me atrevo a jactarme de lo mismo. ¿Son ellos hebreos? Yo también lo soy. ¿Son israelitas? También lo soy yo. ¿Son descendientes de Abraham? También yo. ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones. En cinco ocasiones distintas, los líderes judíos me dieron treinta y nueve latigazos. Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar. He estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles. Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son. He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir. He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado. Además de todo eso, a diario llevo la carga de mi preocupación por todas las iglesias. ¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad? ¿Quién se ha dejado llevar por mal camino sin que yo arda de enojo? Si debo jactarme, preferiría jactarme de las cosas que muestran lo débil que soy. Dios, el Padre de nuestro Señor Jesús, quien es digno de eterna alabanza, sabe que no miento. Cuando estuve en Damasco, el gobernador bajo el mando del rey Aretas puso guardias en las puertas de la ciudad para atraparme. Tuvieron que descolgarme en un canasto por una ventana en el muro de la ciudad para que escapara de él. (2Co. 11:16-33)
- Nuestra grandeza por encima de la de Juan
- Hay un camino más excelente (1Co.12:31-13:1-3)
La verdadera grandeza: ministrar personalmente el corazón de Dios- Ministrar su corazón
- Un servicio sin amor
Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu perseverancia. Sé que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que dicen ser apóstoles pero no lo son; y has descubierto que son falsos. Has perseverado y sufrido por mi nombre, sin desanimarte. Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. (Ap.2:2-4) - Una adoradora que será exaltada
Mientras tanto, Jesús se encontraba en Betania, en la casa de Simón, un hombre que había tenido lepra. Mientras comía, entró una mujer con un hermoso frasco de alabastro que contenía un perfume costoso, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Los discípulos se indignaron al ver esto. «¡Qué desperdicio! —dijeron—. Podría haberse vendido a un alto precio y el dinero dado a los pobres». Jesús, consciente de esto, les respondió: «¿Por qué critican a esta mujer por hacer algo tan bueno conmigo? Siempre habrá pobres entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán. Ella ha derramado este perfume sobre mí a fin de preparar mi cuerpo para el entierro. Les digo la verdad, en cualquier lugar del mundo donde se predique la Buena Noticia, se recordará y se hablará de lo que hizo esta mujer». (Mt.26:6-13) —era María
- Un servicio sin amor
- Dios siente, tiene anhelos, tiene deseos
Anhela una relación amorosa contigo (por tu causa)… pero también tiene otros tantos anhelos: para tu familia, para tu relación conyugal, trabajo, etc. El llamado parte de sentir el corazón de Dios y querer aliviarlo —y Dios lo que siente lo siente por amor.- Se entristece
No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. (Ef.4:30) - Siente carga, compasión
Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor… Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo (Mt.9:36-38)
- Se entristece
- La mayoría tenemos una relación egolatra con Dios
- Relación con Dios centrada en uno mismo
Nunca ha llegado a nosotros una persona cargada, compujida, entristecida, emproblemada porque le abruma el corazón de Dios y quiere hacer algo al respecto. Todo se centra en uno mismo.- Mis necesidades
- Mis problemas
- Que me ayude
- Mis deseos: lo que quiero
- En la reunión
- La alabanza, la adoración no importa tanto, mientras no pierda la “palabra” (alanbanza = dar a Dios, palabra =recibir)
- La oración
- En una relación saludable hay reciprocidad… no solo te platico mis asuntos y mi vida, también me intereso por ti.
- A la mayoría ni nos pasa por la mente lo que Dios pueda estar sintiendo o anhelando. ¿Qué es lo que tiene triste Señor? ¿Cómo estás Señor? ¿Cómo te sientes? ¿Qué te carga?
- En nuestros problemas
- Importa nuestro enojo que la tristeza que siente nuestro Señor.
- Importa más nuestra ofensa, nuestro abuso que el corazón de Dios. ¡Jesús soportó la ofensa, el oprobio, para satisfacer el anhelo que había en el corazón de su Padre!
- En nuestro propósito o planes
- Importa más nuestros deseos, nuestros anhelos… y nos resentimos con los que hay en el corazón de Dios.
- Hacemos planes en base a nuestros anhelos… y nos olvidamos por completo de los de Dios. ¿Consideras sus anhelos en tu agenda?
- En nuestro pecado
- Cuando ofendemos o caemos en pecado ¿nos levantamos porque nos duele haber contristado al Espíritu? o ¿lo hacemos por el qué dirán?
- Nos santificamos por temor al qué dirán (orgullo) o ¿por qué nos duele haber ofendido a Dios?
- Vendemos la idea Dios incorrecta
- Uno que funciona como el genio de la lámpara de aladino: está puesto para cumplirte tus deseos. Como “él no necesita nada”, caemos en este error
- Tenemos a un Dios que tiene anhelos, deseos; su corazón se contrista, que se angustia, llora… ¿y a ti te importa?
- La imagen correcta: Esposo-Esposa… Una esposa que sabe ministrar el corazón de su esposo. Aprende a leer el corazón, los anhelos… pero aún esta imágen está corrompida por nuestros fracasos matrimoniales.
- Relación con Dios centrada en uno mismo
- La razón de todo: el corazón de Dios
- Antes de satisfacer al hambriento, es satisfacer el anhelo [sentimiento] de Dios
- Puedes hacer lo primero sin lo segundo, pero si tienes lo segundo, tendrás lo primero
- La primera parte de un corazón con compasión, la segunda parte de un adorador
- “El gozo del Señor es nuestra fortaleza” (Neh.8:10) —el gozo del Señor, no el tuyo.
- “He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.” (Hch.13:22)
- Para ser conforme al corazón de Dios, tienes que conocer el corazón (sentir) de Dios.
- Del sentir que hay en su corazón, en teoría, parte nuestro llamado, nuestra motivación, nuestro gozo.
- la razón por la que muchos no encuentran su propósito o sentido en sus vidas… no les importa el corazón de Dios.
- Pocos le conocen en la intimidad… porque pocos son los que realmente se interesan en él, en lo que pasa por su mente, por su corazón.
- Antes de satisfacer al hambriento, es satisfacer el anhelo [sentimiento] de Dios
- ¿Qué hiciste?
En la fila rumbo a recibir nuestros galardones- ¿Tú qué hiciste? —Abrimos más de cien congregaciones, liberamos endemoniados, dimos de comer a los pobres, predicamos el evangelio. Abrimos canales de radio y televisión…
- —¿Y tú? Ministre el corazón de Dios. Lo amé, y satisfice sus anhelos para traerle gozo… no lo soportaba ver triste, ni llorando… así que derrame mi vida como un perfume, sin importar lo que tenía que hacer, para traer algo de alivio a su corazón.
- Tu puedes ser grande para Dios… alguien que ministra su corazón, y esto lo puedes hacer en cualquier lugar, en cualquier circunstancia. Solo necesitas un cambio de enfoque: de ti, a él
- Tu puedes ser un verdadero adorador
- Ministrar su corazón
- Cierre evengelistico
- Su anhelo: eres tú. El tener una relación personal, sin intermediarios, contigo
- Tanto lo anhela que te rescató de la condenación y muerte (separación) eterna
- ¿Quieres?